Memoria y envejecimiento

Según la definición más común, la memoria es la capacidad de almacenar y recordar información reconocida previamente. Se divide en corto y largo plazo. En pocas palabras, la memoria a corto plazo almacena los eventos más actuales hasta que se olvidan o se transmiten a la memoria a largo plazo. Si la memoria funciona bien, ese es el lugar donde deben almacenarse permanentemente. Hay muchos factores que afectan cuánto tiempo se recordará el conocimiento, como la conexión emocional.

El hecho de que la memoria esté empeorando con la edad no es sorprendente. Se cree que la causa de este fenómeno es la pérdida de tejido cerebral y la disminución del número de conexiones neuronales. La investigación más reciente muestra que no todas las partes de la memoria humana envejecen al mismo ritmo. La memoria a corto plazo es mucho más susceptible al paso del tiempo. En la práctica, esto significa que para una persona mayor es más fácil recordar el nombre de su amigo de la infancia que algunos eventos de la sección anterior de un libro. Esto tiene un gran impacto en el proceso de aprendizaje, dificultando que las personas mayores aprendan cosas nuevas mientras que las conocidas previamente se mantienen inalterables en la memoria. Por supuesto, no significa que la memoria a largo plazo no esté cambiando, pero claramente es menos notable y preocupante. La edad también deja huella en la llamada “memoria prospectiva”, que es de tipo relativo futuro. Esto significa que es más probable que las personas mayores se olviden de las citas médicas programadas.

No podemos detener el tiempo, pero afortunadamente, podemos ralentizar el proceso natural de envejecimiento de una manera fácil y agradable. Al principio, vale la pena practicar la memoria haciendo crucigramas, rompecabezas o jugando al ajedrez. Leer libros, periódicos o jugar juegos de memoria es un gran ejercicio de retención. Además, el cuidado de la actividad deportiva regular al aire libre y una dieta sana, equilibrada y nutritiva puede aportarnos no solo capacidad mental, sino también salud general. Las nueces son muy recomendables, ya que tienen forma de cerebro por alguna razón.

Por último, cabe decir que aunque el deterioro de la memoria con la edad es algo habitual, algunos síntomas pueden indicar trastornos graves como el alzhéimer o la demencia. Olvidar lo que sucedió hace unos minutos, perder el rumbo, luchar por encontrar el camino de regreso a casa o olvidar nombres importantes son las razones para buscar ayuda médica profesional.