Barreras en la comunicación con las personas mayores

La comunicación es un componente significativo de nuestras vidas. Sirve como una herramienta para intercambiar información y compartir experiencias, pero lo más importante es que es una forma de entretenimiento. Nos comunicamos incesantemente aún sin ser conscientes de ello, no solo verbalmente sino también a través de gestos, aplomos o expresiones faciales, y gracias a ello podemos sentirnos parte de una comunidad. Desafortunadamente, a veces se pueden encontrar algunos obstáculos en este terreno. Este artículo va a cubrir el tema de las personas en el rango de edad 75-90.

Al principio, se deben discutir las consecuencias del envejecimiento. Para empezar, la audición comienza a deteriorarse alrededor de los 50 años. Además, el lenguaje se vuelve menos claro, debido a la hiperplasia lingual progresiva y la pérdida de dientes. El volumen del cerebro disminuye, causando el deterioro de la memoria.

Los discursos de los mayores suelen ser caóticos, lo que parece una barrera igualmente importante para las disfunciones fisiológicas. Incluyen muchas digresiones y detalles innecesarios, lo que dificulta saber cuál es su punto. El motivo de este problema a veces es la falta de concentración, pero normalmente es causado por la soledad o el estrés. Además, con la edad, cada vez es más difícil recordar vocabulario que antes se conocía bien (fenómeno de la punta de la lengua). El procesamiento de la información puede llevar más tiempo que en el pasado.

Entonces, ¿cómo debemos hablar con las personas mayores para que se sientan cómodas? De hecho, como siempre, lo más importante es mostrarles respeto. Necesitamos ser pacientes y darle a nuestro conversador todo el tiempo que necesite. Evitemos interrumpir o terminar sus frases. Además, mantener el contacto visual y evitar las distracciones es importante para dar la apariencia de escuchar.

Un error común es la llamada «charla de bebé», que significa hablar con las personas mayores como si fueran niños. Se evidencia mediante el uso de oraciones cortas y sencillas, diminutivos múltiples y la forma «nosotros» en lugar de «tú». Por ejemplo, «ahora vamos a almorzar, cariño» en lugar de «ahora vas a almorzar». Por supuesto, al usar este formulario, las personas no tienen malas intenciones. Solo queremos mostrar simpatía y atención. Pero los mayores son unánimes: esta forma de comunicación acentúa sus debilidades, los pone en una posición inferior y los hace sentir dominados.

En resumen, para una comunicación efectiva con las personas mayores, el factor más importante es comprender las incapacidades a las que se enfrentan día a día y la forma injusta de comunicarnos con ellas. A veces, la oportunidad de «descargarse» es lo único que necesitan en este momento. Mostrémosles empatía y aunque el tema parezca eterno, debemos dejarlos hablar. Al mismo tiempo, debemos evitar tratar a las personas mayores de manera “especial”. Al final, es necesario señalar que los problemas discutidos en el artículo no son universales. Es raro que aparezcan todos a la vez. En la mayoría de los casos, sólo unos pocos de ellos existen.